domingo, 4 de mayo de 2014

La magia existe

La magia existe:

Habita dentro de unos seres muy especiales que todos conocemos. Les llamamos de diferentes formas, pero todos los nombres tienen el mismo significado. Algunos conoceréis a estos mágicos seres bajo el nombre de madre, mamá o, tal vez, mami en esos momentos en los que necesitas ese cariño que sólo ella es capaz de sacar de la magia que habita en su interior. Otras veces será la loca de tu madre o tu vieja, pero no por ello dejará de hacer su magia para conseguirte lo mejor, aunque tal vez en ese momento no seas capaz de verlo.
Su magia no estás sólo en curarte las heridas con un beso. Se halla en preguntarte mil veces si estás bien, si has comido lo suficiente y si cogiste el jersey antes de salir de casa. Va a avergonzarte frente a tus amigos para contarles las cucadas que hacías cuando eras un bebé y, si se lo permites, probablemente saque del armario aquellas fotos que te hacía con su cámara de 35mm.
Pondrá caras extrañas cuando le hables de wifi, paquetes de datos y whatsapp y hará lo imposible por aprenderlo para sentirse más cerca de los suyos y hacerte llegar su calor, su magia, por cuántos caminos conozca. Incluida esa cuenta en facebook; algo de lo que había oído hablar, pero renegaba, hasta que fue completamente necesario para escribir comentarios que en algún momento te sacarán los colores. No es mi caso; aún.
Sé por qué lo hace y cómo lo hace. Lo hace con todo el cariño, con toda la magia que es capaz de albergar el pecho de una madre; el mismo que te resguardó de cuántos males sufriste.
Ella se nutre de esa magia para enseñarte cuánto sabe y darte la oportunidad de aprender lo que ella desconoce, dejándose la piel en el intento. Cada madre es única y lo hace de la mejor forma que sabe, dejándose el alma para mostrarte el camino, la forma de levantarte tras el tropezón, la sonrisa tras encajar el golpe.

A veces somos capaces de apreciarlo y a veces no, pero siempre hay una lección que aprender: Darle valor a los pequeños detalles y enseñar a hacerlo. Valorar a las personas; todas tienen un valor especial, todas merecen una oportunidad, algunas incluso dos.
Son muchas las lecciones aprendidas y aún más las enseñadas. Sin embargo, todas llevan algo de esa magia, ese amor y esa paciencia que sólo ella tiene.

Hoy quiero felicitar a la mía y sobre todo agradecerle los besos y los abrazos de buenas noches tanto como los de "medias noches", cuando los monstruos irrumpían mis sueños. Por apoyarme al tomar cualquier decisión, aunque ya supieras que era la errónea. También por ayudarme a tomar aquellas otras que, sin ti, nunca hubiera tomado.
Gracias por darme amor cuando tenía desamor. Por enseñarme a caminar, a hablar, a leer y a escribir. Gracias por inculcarme tu pasión por los libros; sin ella no sería la misma persona.

Mamá:
Siempre me hará falta un jersey más, no dejes de repetírmelo.
Siempre tendré cuidado cuando salga por ahí, pero sigue recordándomelo.
Mi pelo siempre tendrá vida propia, pero sigue intentándolo, aunque yo me siga resistiendo.
Mi rostro siempre tendrá manchas, pero sigue aconsejándome sobre cremas, en un mundo desconocido para mí.
Gracias por tus "Silvia come", sin ellos no tendría nada que reprocharte.
GRACIAS.
Gracias, sobre todo, por ilustrarme cómo mirar de frente, hacia delante, con ilusión y no con miedo. Por explicarme, y demostrarme, que se duerme mejor cuando las cosas están bien hechas. Por enseñarme a vivir con la conciencia tranquila.
Gracias por dejarme errar y no ser condescendiente ni decir: "te lo advertí". Gracias por no desfallecer en el intento.

Gracias porque sin ti nunca hubiera aprendido que cualquier estado de bienestar se alcanza a través del sacrificio. Sin ti no hubiera comprendido que ningún lugar está lejos.
Mamá: Gracias por tu magia, por tu talento especial como madre. Por saber ser madre y amiga.

No lo olvides: Has sido, eres y siempre serás, la más guapa, la más cariñosa y la mejor madre del mundo mundial. ¡¡¡FELIZ DIA!!!

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